En la anterior clase con Carlos del 23 de Febrero (quieto todo el mundooo), tuvimos la oportunidad de acercarnos un poco más al intrincado universo de las programaciones didácticas.
Aunque ya habíamos tenido la oportunidad de trabajar con programaciones, e incluso confeccionar una nosotros mismos en otro curso del módulo común, el acercamiento de la pasada clase me pareció bastante más productivo y enriquecedor que la mayor parte de lo que habíamos podido trabajar en aquel curso hacia nuestra formación como docentes.
Hablamos de lo que se conoce como programación didáctica: o sea, básicamente la organización de conocimientos, las actividades que se han de llevar a cabo en el aula, la temporalizacion y la metodología que vamos a usar, etc. Todo esto nos permitira poder tener un mayor control sobre qué es lo que queremos hacer en las aulas y poder ser más eficientes en nuestra labor educativa. Y aunque la elaboración de las distintas programaciones que tengamos que hacer en nuestra vida profesional requiera por nuestra parte un enorme esfuerzo y una gran cantidad de tiempo, tenemos que tener en cuenta que es prácticamente nuestra herramienta principal de trabajo y es totalmente necesaria para un buen desempeño de nuestra labor educativa.
Normalmente las programaciones no siguen ningún esquema preestablecido, ya que desde las instituciones educativas del estado (ministerio de educación, conselleria, etc) no se dictan ordenes de cómo estas deben de ser elaboradas por parte de los centros. La administración simplemente envía una serie de orientaciones a los centros para su elaboración. De este modo si analizamos las programaciones de cualquier materia de secundaria de los centros educativos de Galicia o de cualquier otra comunidad autónoma nos sería prácticamente imposible encontrar dos programaciones iguales. Existe una enorme diversidad de formatos en función de los centros, y no es extraño encontrar programaciones con una presentación magnífica y unos contenidos muy bien estructurados y otras programaciones que son todo lo contrario.
Normalmente, son los departamentos de cada materia los encargados de elaborar las programaciones anuales de cada materia y curso.
Normalmente las programaciones son un buen instrumento para poder garantizar un seguimiento de nuestros progresos dentro de las aulas durante los cursos lectivos. Son nuestras guías para poder garantizar que estamos siguiendo un guión escrito para que el aprendizaje sea lo mas efectivo y satisfactorio posible. También nos proporcionan una temporalización para llevarla a cabo de modo efectivo que nos ayuda igualmente a poder relacionar estos contenidos con los de otras materias del curso académico que esten cursando los estudiantes.
También al estar publicadas las programaciones, o estando disponibles en el centro educativo, y ser así accesibles para los estudiantes, estas pueden actuar como una especie de estimulante para los propios alumnos y alumnas al verse implicados desde el principio en sus cursos, ya que conocen desde el primer momento los pasos que van seguir durante el curso y los conociemientos que pueden obtener durante el mismo.
También es importante recordar que un departamento que elabore una buena programación va a ver recompensados sus esfuerzos en el caso de que, por cualquier circunstancia que pudiese acontecer durante el curso, se produjese una baja entre el equipo docente y tuviese que ser sustuida/o por otro docente. Este proceso de sustitución es más llevadero y sencillo cuando el docente sustituto se encuentra con una programación clara y facil de seguir. No solo esto facilita la labor del docente que cubre una baja, sino que los estudiantes no notarán de modo acusado la falta de su docente habitual, y asi los objetivos originales de la programación didáctica podrán ser alcanzados más fácilmente.
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