La última sesión de clase de Didáctica con Carlos
estuvo dedicada a tratar el tema de las evaluaciones y de cómo evaluar a
nuestros estudiantes de lenguas extranjeras.
Normalmente, como estudiantes, siempre habíamos
tenido la impresión de que los procesos de evaluación eran una que recaía en
los docentes de manera exclusiva. Y tradicionalmente también existía la
impresión de que las evaluaciones consistían en determinar de cierto modo el
nivel alcanzado los las/os estudiantes en el conocimiento de cualquier materia
al final de un periodo educativo. Esto es lo que tradicionalmente conocíamos
como evaluación sumativa. De este
modo aparecen otros mecanismos de evaluación un tanto opuestos a este método,
como podría ser la conocida como evaluación
formativa, que se realiza normalmente durante los procesos de aprendizaje,
y son un modo excelente de obtener información sobre los procesos de
aprendizaje, y nos ayudan a comprobar el proceso real de aprendizaje entre los
estudiantes y a ver como estos van construyendo sus conocimientos. Pero en esta
última sesión también tuvimos tiempo para hablar sobre la coevaluación.
Como docentes (o casi docentes, o docentes part-time) a veces no somos capaces de
entender los motivos por los cuales algunos de nuestras/os estudiantes fallan
en la adquisición de contenidos y pueden llegar a suspender las materias que
les estemos enseñando. Para saber qué puede estar fallando uno de los mejores
métodos es el incorporar a nuestras/os estudiantes al proceso de evaluación y a
la toma de decisiones en lo que se refiere a evaluar sus progresos o la falta
de estos. Que reflexionen sobre su propio proceso de aprendizaje, sobre lo que
creen que son sus aciertos o errores puede aumentar las posibilidades de que el
aprendizaje sea más exitoso. Esto último es lo que se conoce como Coevaluación. Aquí, aunque la/el
estudiante no sea realmente la/el responsable último de su propia calificación,
si pone su granito de arena en construir los objetivos que se persiguen en su ámbito
académico, ya que estos están normalmente determinados por sus necesidades, así
como en poder llegar a un consenso con el docente de la materia en cuales serían
los criterios de evaluación a seguir.
Este modo de evaluación es a mi parecer
enormemente interesante y provechoso para nuestras clases de lenguas
extranjeras en el futuro. Es un modo tremendamente bueno para implicar a
nuestras/os estudiantes en sus propios procesos de aprendizaje y de poder sacar
un rendimiento enorme de sus propias experiencias en nuestras sesiones de
lenguas extranjeras y de llegar a un aprendizaje significativo.
Saludos!
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